La Segunda República: de la fiesta popular al golpe de Estado
Por: Julián Casanova | 14 de abril de 2014
La República llegó con celebraciones populares en la calle, mucha
retórica y un ambiente festivo donde se combinaban esperanzas
revolucionarias con deseos de reforma. La multitud se echó a la calle
cantando el Himno de Riego y La Marsellesa. Allí había obreros,
estudiantes, profesionales. La clase media “se lanzaba hacia la
República” ante la “desorientación de los elementos conservadores”,
escribió unos años después José María Gil Robles. Y la escena se repitió
en todas las grandes y pequeñas ciudades, como puede comprobarse en la
prensa, en las fotografías de la época, en los numerosos testimonios de
contemporáneos que quisieron dejar constancia de aquel gran cambio que
parecía tener algo de magia, llegando de forma pacífica, sin sangre.
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